Las grasas: Están formadas por Oxígeno,
Hidrógeno y Carbono. Las grasas simples están compuestas
principalmente por:
Saturados: grasas animales
No
saturados: aceites vegetales
Además de la importancia para el organismo de los ácidos grasos, las
grasas son portadoras de las vitaminas liposolubles: A, D,
E y K. Pero la función primordial de las grasas es
proporcionar energía a nuestro organismo (1 gramo de grasa equivale a 9
calorías).
Tienen la ventaja de que una vez se cubren las necesidades
energéticas, se almacena el exceso, de forma que se puede
acumular en nuestro cuerpo mucha energía en poco volumen;
además sirven como aislante de la temperatura y evitan
la pérdida de calor.
Las grasas se encuentran en gran número de alimentos tanto de origen animal como vegetal:
Origen animal.- Leche, mantequilla y quesos ricos en grasas.
Origen vegetal.- Sobre todo en las leguminosas, aceites vegetales (soja), en los frutos secos (almendras) y en diferentes semillas (maíz). Las
frutas y hortalizas son muy pobres en grasas; las
únicas excepciones son el aguacate (fruto tropical) y la aceituna.
En una dieta equilibrada las grasas deben suponer aproximadamente el 25% de las
calorías totales.
Las grasas son también portadoras de
colesterol, sustancia que el cuerpo humano necesita, pero
cuyo exceso puede producir graves trastornos cardiovasculares. Los alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados no
producen ningún efecto sobre el contenido de colesterol
en el organismo, es decir, no lo alteran (ni lo suben ni
lo bajan). Entre este grupo de alimentos hay que destacar el aceite de oliva, los
aceites de semilla de girasol, cacahuete, maíz y soja (disminuyen el contenido
de colesterol en la sangre.)
Un exceso de grasas en la dieta puede causar obesidad en el individuo,
y con ello se lesionarán órganos tan importantes y
delicados como son el corazón, los riñones, el hígado, y todo el sistema óseo, en
especial la columna vertebral.
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